Friday, February 17, 2012

¿Por qué Irán busca un arma nuclear?

Hay fuertes argumentos históricos que demuestran que Irán, lejos de ser un Estado agresor, ha sido un Estado agredido. Contar con un arma nuclear significa obtener un elemento de disuasión para evitar que los ataques sufridos en el pasado, se repitan.

Desde hace meses suenan los tambores de la guerra en el Medio Oriente, esta vez en Irán. La causa es el controvertido programa nuclear de Teherán, que al parecer no sólo tiene fines pacíficos, sino que podría ser aplicado a la fabricación de una o varias bombas atómicas. La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) advierte sobre esta posibilidad. En su informe de noviembre de 2011 afirma que “El Organismo está seriamente preocupado por las posibles dimensiones militares del programa nuclear de Irán” y que “La información indica que Irán ha realizado actividades relacionadas con el desarrollo de un dispositivo nuclear explosivo…”
Las evidencias muestran que efectivamente el régimen persa busca hacerse, contra viento y marea, con un arma nuclear. Esto les está trayendo terribles consecuencias: sanciones económicas, asilamiento político y ahora, un posible ataque militar, todo lo que sea necesario para evitar que el gobierno de Mahmud Ahmadineyad tenga capacidad atómica. Pero si bien los miedos que suscita un Irán nuclear pueden ser exagerados, también pueden estar bien fundados.

El de Irán no es precisamente el gobierno más pacifista del planeta; es una teocracia fundamentalista que en repetidas ocasiones ha demostrado hostilidad hacia otros gobiernos de la región y hacia occidente - en particular hacia Israel, país que según Ahmadineyad, debería desaparecer de la faz de la tierra. Que Irán se haga con una o varias bombas atómicas es, sin lugar a dudas, una amenaza para la estabilidad y la paz mundial.

Pero por el contrario, para millones de iraníes su programa nuclear hace parte de su derecho fundamental como nación independiente y funcionaria como un seguro de vida ante cualquier intento de injerencia. Además, la historia reciente del país demuestra cómo, en vez de ser un Estado agresor, el iraní ha sido un pueblo agredido, principalmente por aquellos que hoy se oponen a sus ambiciones nucleares. Entender que estos hechos todavía están presentes en la psiquis iraní nos permite comprender por qué están tan obstinados en conseguir un arma nuclear.

- A comienzos de siglo pasado, los Sha de Persia, los reyes del país, hipotecaron los recursos petroleros a manos, principalmente, de la Compañía Anglo – Iraní de Petróleo, más tarde conocida como la British Petroleum. Así, la compañía se hizo con la producción total de crudo en Irán mientras que poco o nada de los beneficios quedaban en manos de los propios iraníes. A lo largo del siglo, cualquier tipo de reforma al arreglo sería duramente sofocado. Varios golpes de Estado, promovidos directamente por los británicos, dieron lugar a terribles dictaduras militares que a su vez daban aún mayores concesiones a los ingleses, y claro está, menos para los iraníes.

- Un evento muy importante, y poco recordado en Occidente, se dio en 1953, cuando mediante la “Operación Ajax”, la CIA derrocó el gobierno del Primer Ministro Mohamed Mossadegh, un nacionalista laico que había propuesto importantes avances en educación, salud y equidad social. Mossadegh financiaría estos programas aprovechando los recursos petroleros, aún en manos de los ingleses. Tras proponer la nacionalización del petróleo, la historia se repitió e ingleses y norteamericanos depusieron al popular Primer Ministro. Tras el golpe, el Sha tomó el control total del poder e instauró un gobierno represivo y policíaco, muy cercano a Occidente y a sus valores. Estos, en muchos casos iban en contravía con los valores persas y musulmanes y fueron fuertemente resentidos por la población general. Toda oposición política fue destruida, lo cual conllevó al fortalecimiento de grupos islámicos radicales como el del Ayatolah Khomeini, quien finalmente lideraría la revolución de 1979.  Desde este momento, Irán se convirtió en un enemigo acérrimo de Estados Unidos, Inglaterra y sus aliados. Para muchos iraníes, la Revolución Islámica fue un momento de liberación, el momento en el que comenzarían a liderar sus propios destinos sin intervención extranjera alguna.

- Pero las cosas no terminarían allí. En 1980 Saddam Hussein invadiría el país apoyado, claro está, por Estados Unidos. Entre 1980 y 1988 la guerra Irán – Irak dejó casi 500.000 iraníes muertos y una gran devastación en la infraestructura física del país.  Washington apoyó a Irak con armas, dinero, apoyo logístico y apoyo político.

- Finalmente, en los últimos diez años, Estados Unidos y sus aliados ya han invadido dos de los vecinos de Irán: Iraq y Afganistán. ¿Cómo se sentirían los estadounidenses si fuera Irán el que invadiera a México y Canadá?
Pero ¿por qué pasar por tanto trabajo para conseguir un arma que probablemente nunca lleguen a utilizar? Una comparación entre Corea del Norte y la Libia de Gadafi nos puede ayudar:

En diciembre de 2003 Muammar Gaddafi anunció que renunciaría a su programa nuclear a cambio del levantamiento de las sanciones económicas y el aislamiento político. En el caso libio, las sanciones que hoy le aplican a Irán funcionaron y evitaron que un Estado paria obtuviera un arma nuclear. Sólo tres años más tarde, en octubre de 2006, Corea del Norte detonó una bomba atómica subterránea y entraba en el club de las potencias nucleares. El fin de ambos dictadores es bastante diciente: mientras que el líder norcoreano murió apaciblemente a finales del año pasado y dejó lista su sucesión y la permanencia del régimen, Muammar Gaddafi murió torturado y vejado por tropas rebeldes que lograron derrocarlo gracias al apoyo de Occidente. La capacidad nuclear de Norcorea hace impensable un ataque militar, directo o indirecto, al país. Por el contrario, el régimen gadafista no tuvo ningún tipo de “seguro” contra los ataques de la OTAN. Hoy, un ataque sobre Teherán aún es factible y  por esto, el régimen de los Ayatolás ve en su potencial nuclear el seguro que Corea del Norte tiene y al que Gaddafi renunció.

Personalmente creo que los iraníes tienen más argumentos para querer defenderse de ataques externos que muchos otros países en el mundo. Ahora, ¿tienen razón en buscar un arma nuclear? No. ¿Tienen sus razones? Sí.

1 comment:

  1. Muy bien comentado Esteban, sobre todo recordando el proyecto de Mosaddeq, que sí que llegó a nacionalizar los recursos petroleros en el 1951 y que acabó con un golpe de estado en 1953 organizado por la CIA y el SIS británico.

    Han quedado todos bien retratados.
    Albert

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