En los próximos días el Consejo de Seguridad de la ONU votará una Resolución que condena al régimen sirio por la brutal represión de las manifestaciones en contra del Presidente Bashar al-Assad. Muchos analistas ven en esta Resolución una especie de “último llamado” antes de una posible intervención armada que ponga fin a la masacre.
Esta Resolución, si bien “condena las continuas violaciones de los derechos humanos y de las libertades fundamentales por parte de las autoridades sirias, y exige que el Gobierno ponga fin a todas y cada una de las violaciones y los ataques”, aún no contiene ninguna alusión al uso de la fuerza en caso de que Damasco no frene la represión.
Pero, ¿por qué aún no se ha actuado con más firmeza en contra del régimen de al-Assad? Personalmente creo que nadie está verdaderamente interesado en derrocar al presidente sirio. Las razones son varias y variadas; he aquí algunas de ellas:
Pero, ¿por qué aún no se ha actuado con más firmeza en contra del régimen de al-Assad? Personalmente creo que nadie está verdaderamente interesado en derrocar al presidente sirio. Las razones son varias y variadas; he aquí algunas de ellas:
- Estados Unidos e Israel buscan un gobierno fuerte, estable y secular en Siria; no quieren arriesgar a que otro país vea el ascenso de partidos islamistas como ya está ocurriendo en Egipto, Túnez y Libia después de sus propios levantamientos populares. Si esto llegara a suceder, la paz firmada entre Siria e Israel podría verse amenazada, y con ella, la estabilidad de la región.
- Sin la mano fuerte del dictador, las tensiones entre la élite chiita y la mayoría suní podrían desembocar en una guerra civil de mayores proporciones similar a la que hoy amenaza la estabilidad del Iraq pos-ocupación y que podría encender la mecha de más confrontaciones en el mundo árabe. Esto podría catalizar una especie de guerra fría entre musulmanes, especialmente entre Arabia Saudí (Suní) e Irán (Chiita).
- Rusia tampoco quiere la caída del gobierno de Bashar al-Assad, tradicional amigo del Kremlin. Esto significaría la pérdida de importantes vínculos comerciales en Siria, principalmente derivados de la venta de armamento, y del acceso al puerto de Tartus, uno de los últimos puertos amigos para embarcaciones rusas en el Mediterráneo. Por estas razones Moscú ha impedido cualquier decisión en contra de Damasco en el Consejo de Seguridad.
- China también se opone a una intervención. Alega que los asuntos internos de cada país son eso, internos, y que ningún otro Estado puede intervenir en ellos. De esta forma deja claro que los que ellos hagan dentro de sus fronteras y con su propia población (léase cualquier disidencia, sea tibetana, Uigur o de otro tipo) es solo problema de ellos y tampoco aceptarán una injerencia externa.
- China también se opone a una intervención. Alega que los asuntos internos de cada país son eso, internos, y que ningún otro Estado puede intervenir en ellos. De esta forma deja claro que los que ellos hagan dentro de sus fronteras y con su propia población (léase cualquier disidencia, sea tibetana, Uigur o de otro tipo) es solo problema de ellos y tampoco aceptarán una injerencia externa.
Finalmente, las intervenciones armadas son extremadamente costosas, en términos económicos y políticos. Con una Europa que no soporta la muerte de sus militares en suelos extranjeros, una Liga Árabe fraccionada e incapaz de movilizar una fuerza militar, y unos Estados Unidos que no quieren ningún protagonismo en el derrocamiento de otro gobierno en el mundo musulmán, es difícil ver una intervención armada que detenga la matanza de civiles inocentes en Siria. Si esta se llegara a presentar, creo que estaríamos ante otro escenario en donde la defensa de los derechos humanos primó sobre los intereses políticos y económicos.
Muy buen artículo, únicamente añadiría el papel de una cada vez más poderosa Turquía, que va adquiriendo de manera paulatina una mayor fuerza a nivel internacional, con el aval de un prolongado crecieminto del PIB desde hace décadas.
ReplyDeleteTodo y no tener las ansías expansivas del temido Imperio Otomano, parece ser un referente para algunos, y témido para muchos, que le permite titubear a los kurdos dentro de sus fronteras, y generar unas expectativas en forma de interrogante, entre los otros estados musulmanes.
Jordi.
Buen artículo Esteban :) Quizás también podría añadirse el hecho de que Siria posee una de las fuerzas armadas más fuertes de Oriente Próximo y la alianza Siria-Irán-Hamas-Hezbolá.
ReplyDeletePor cierto, soy Albert! que me olvidé de ponerlo jaja
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